Hay beneficios directos y mensurables, y hay muchísimos otros beneficios intangibles para la ciudad.
Rincón de Urquiza inaugura un estilo de desarrollo urbano único en la provincia, con planificación superadora de los estándares actuales, ajustado a las normas legales vigentes, alineado a la lógica del ecosistema costero, y destacando el espíritu náutico de nuestra sociedad.
Desarrollar un proyecto de esta magnitud generará un circuito genuino de movimiento comercial durante diez años, aproximadamente, que es el tiempo que durarán los trabajos, sin depender de financiación estatal, ya que es un emprendimiento de inversión enteramente privada.
Toda la actividad que gire alrededor del rubro de la construcción se verá beneficiada: los comercios proveedores que tendrán a Rincón de Urquiza como cliente mayorista y los profesionales que aporten su mano de obra, que serán los constructores del emprendimiento.
Para la atención del complejo en funcionamiento se prevén decenas de puestos de trabajo directos -profesionales del ámbito de la construcción, administrativos y de maestranza- y cientos indirectos, de muy diversos rubros.
Para el mantenimiento de los espacios públicos se necesitarán elementos de iluminación y electricidad, cartelería y jardinería; y para componer los interiores de las viviendas privadas, cortinería y alfombrados, vidriería y pinturas, electrodomésticos y tecnología, artículos del hogar y muebles, utensilios de uso diario y ropa de cama.
Conforme se concluyan las distintas etapas, se espera la llegada de familias de fuera de la ciudad, que iniciarán su vida cotidiana en Rincón de Urquiza y, con ella, la necesidad de manutención diaria que incluye alimentación, indumentaria y atención de salud, además de educación, recreación y actividades deportivas.
La generación de atracaderos particulares de embarcaciones, guarderías semi-públicas y marinas será un nuevo impulso para la actividad, afianzando la preferencia local por la náutica, e impulsando la comercialización de lanchas y motores, y sus servicios mecánicos. Además, servirá para contribuir al ordenamiento del parque náutico, que contará con mayor cantidad de espacios disponibles.
Rincón de Urquiza revitalizará en un sector específicamente seleccionado, el área natural existente, sin intervención, y –algo fundamental- cuidándola y la conservándola en toda su extensión, para que siga siendo el habitat de la amplia variedad de especies de fauna y flora que un estudio propio identificó. Para conocer esas especies, se armarán circuitos de interpretación y de educación ambiental no invasivos, para realizar avistajes, fotografiar y poder reconocer la naturaleza existente en la zona costera.
En torno del área natural del proyecto, que es un tercio del predio, en el arroyo Las Garzas, se promoverán actividades de remo recreativo y se impulsará un circuito turístico sustentable.
El proyecto incluye la construcción de la ampliación del camino a Banco Pelay, que tendrá cuatro carriles asfaltados, de doble vía de circulación, con un cantero que la separe. Además, se construirá una senda peatonal y una bicisenda, con cartelería y mobiliario urbano adyacente. La intención es integrar lo público y lo privado, revalorizar lo existente y conocido, y generar un proyecto de calidad único, y así potenciar el recurso turístico que bien supo aprovechar la ciudad en los años ’70, ’80 y ’90.
Rincón de Urquiza se proyecta respetando el patrimonio natural, cultural e histórico que nos identifica a los uruguayenses. Sus bulevares, sus calles y sus canales de navegación llevan los nombres de todos los familiares de Justo José de Urquiza, como un homenaje a la figura insigne de la historia local.